¿Qué es el marketing emocional?

El marketing emocional es una estrategia de marketing que se centra en crear un vínculo emocional entre una marca y sus consumidores.

En lugar de centrarse en destacar las características o los beneficios del producto o servicio, el marketing emocional se centra en cómo esa marca hace sentir a las personas y cómo se conecta con sus deseos y necesidades emocionales.

El objetivo del marketing emocional es crear una conexión profunda y duradera con los consumidores, que los haga sentir una lealtad y una identificación con la marca. Esto se logra a través del uso de técnicas de publicidad y promoción que evocan emociones positivas y se dirigen a los deseos y necesidades emocionales de los consumidores.

¿Qué debemos tener en cuenta para incluir marketing emocional dentro de nuestra estrategia?

  1. Identificar a su público objetivo: es importante conocer a sus consumidores y entender qué necesidades y deseos emocionales tienen para poder conectar con ellos de manera efectiva.
  2. Establecer una identidad de marca personalizada y coherente: es importante crear una imagen de marca que sea consistente y que refleje los valores y la personalidad de la empresa, para que los consumidores puedan identificarse con ella.
  3. Crear campañas publicitarias que evoquen emociones positivas: el marketing emocional se basa en el uso de técnicas publicitarias que evoquen emociones positivas en los consumidores, por lo que es importante crear una campaña publicitaria que logre ese objetivo.
  4. Ofrecer una experiencia de compra positiva: la experiencia de compra el CX o customer experience es un factor importante en el marketing emocional, ya que es a través de ella que se logra una conexión emocional con los consumidores. Por lo tanto, es importante ofrecer una experiencia de compra agradable y satisfactoria.
  5. Medir y analizar los resultados: el marketing emocional no es una estrategia estática, sino que debe adaptarse y evolucionar en función de las necesidades y deseos de los consumidores. Por lo tanto, es importante medir y analizar los resultados de la estrategia para poder mejorarla y ajustarla en función de lo que funciona y lo que no.

Ejemplos de campañas de marketing emocional

Las campañas de Campofrío son un gran ejemplo de marketing emocional. La de este año: «Coraje», busca una conexión con el espíritu de resistencia y lucha de los consumidores.

Otro ejemplo de campaña de marketing emocional podría ser la campaña «Share a Coke» de Coca-Cola. La campaña consistió en personalizar las etiquetas de las latas y botellas de Coca-Cola con los nombres más comunes entre los consumidores de diferentes países. La idea detrás de la campaña era que los consumidores se sintieran identificados y especiales al encontrar su nombre en una lata de Coca-Cola. La campaña se promovió a través de publicidad en televisión, redes sociales y otros canales, y generó una gran resonancia entre los consumidores, que compartieron fotos de las latas personalizadas en las redes sociales. Esta campaña logró crear un vínculo emocional entre la marca y sus consumidores, ya que les hizo sentir identificados y especiales.

En mi experiencia tienen mucha fuerza las campañas que tratan de conectar con la audiencia buscando códigos comunes en los recuerdos de otros tiempos. Hace un tiempo trabajé en una campaña que experimentó con videos virales en YouTube hablando de cómo era nuestra sociedad en los 80 y el nivel de engagement fue bestial. Aún siguen reapareciendo de vez en cuando.

Por qué humanizar la marca

Sí, el marketing emocional puede ayudar a humanizar una marca. El vínculo emocional entre la marca y sus consumidores se logra haciendo que la marca se sienta cercana y relatable para los consumidores. Relatable significa que algo es fácil de entender o relacionarse con ello. Por ejemplo, si una persona está hablando de sus problemas de pareja y otra persona puede entender lo que está pasando y se siente relacionada con esa situación, se puede decir que es relatable.

Estas dinámicas pueden hacerse a través del uso de técnicas publicitarias que evoquen emociones positivas y que hablen directamente a las necesidades y deseos emocionales de los consumidores. Por ejemplo, si una marca se presenta como amigable y cercana, los consumidores pueden sentirse más identificados y conectados con ella.

En cuanto a la importancia de humanizar una marca, eso depende del tipo de marca y del mercado en el que se encuentre. En general, humanizar una marca puede ayudar a que los consumidores se sientan más cómodos y confiados al comprar sus productos o servicios, lo que puede aumentar su lealtad y fidelidad a la marca. Además, una marca humanizada puede ser más atractiva para los consumidores, ya que puede parecer más cercana que otras marcas más frías y corporativas. Por lo tanto, humanizar una marca puede ser una estrategia valiosa en ciertos casos, aunque no siempre es necesario o deseable. Probablemente, el marketing emocional tenga menos sentido cuando hablamos de B2B. E incluso aquí puede haber matices, ya que quien ctomas las decisiones de compra siempre es una persona. Sin embargo, puede que no coincida quien toma la decisión con quien transmite en la compañía esa necesidad y por tanto el vínculo no llega a realizarse.

Cuándo apostar por el marketing emocional

El tipo de servicio o producto que se ofrezca no es un factor determinante para poder usar el marketing emocional. En general, cualquier tipo de producto o servicio puede beneficiarse de un enfoque de marketing emocional, ya sea un producto físico, intangible o un servicio. Lo que sí es importante es identificar las necesidades y deseos emocionales de los consumidores y crear una estrategia que los satisfaga.

En cuanto a las estrategias a aplicar, estas dependerán del tipo de producto o servicio que se ofrezca y del público objetivo. Por ejemplo, si se trata de un producto físico, la estrategia podría incluir publicidad en televisión o en internet que muestre el producto en uso y evoque emociones positivas en los consumidores. Si se trata de un servicio intangible, la estrategia podría incluir la creación de contenido que muestre el valor del servicio y cómo puede mejorar la vida de los consumidores, con el objetivo de conectar con sus deseos y necesidades emocionales. En cualquier caso, lo importante es identificar las necesidades y deseos emocionales de los consumidores y crear una estrategia que los satisfaga.

Conclusiones

El marketing emocional es una estrategia de marketing centrada en crear una conexión emocional profunda y duradera entre una marca y sus consumidores con el fin de provocar un sentimiento de lealtad y cierta identificación.

Para incluir marketing emocional dentro de una estrategia, es importante conocer a los consumidores, crear una imagen de marca coherente, crear campañas publicitarias que evoquen emociones positivas, ofrecer una experiencia de compra positiva y medir y analizar los resultados.

El marketing emocional puede ser muy efectivo, pero es importante ser auténtico y genuino al utilizarlo, ya que los consumidores pueden detectar cuándo una marca está tratando de manipular sus emociones de manera falsa o insincera.

Recientemente estuve en el podcast de Planeta M para hablar precisamente de este tema y se desarrollaron algunas ideas muy interesantes. Te invito a darle una escuchada:

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