El botón del pánico: Windows 8.1

A veces un pequeño detalle de diseño puede echar a perder millones de euros en campañas de publicidad e imagen. Esto lo saben bien grandes gurús de la tecnología como lo fue en su momento Steve Jobs, fallecido CEO de Apple, que era capaz de agotar a sus diseñadores hasta dar con la solución perfecta a un problema de uso de un dispositivo o matizando la profundidad de negro de la sombra de un icono.

En octubre de 2012 se lanzo una de las apuestas más interesantes en cuanto a diseño de sistemas operativos de los últimos años: Windows 8.
La tendencia entre los grandes creadores de sistemas es la unificación de interfaces de usuario entre móvil, tablet y ordenador. Así lo atestiguan los últimos desarrollos de Microsoft con Windows, Apple con Mac OS-IOS y Canonical con Ubuntu Linux.

La apuesta era arriesgada: usar la pantalla del ordenador como un dispositivo táctil con grandes zonas interactivas, desplazamientos laterales en un escritorio continuo y una colorida interfaz.Windows 8: dolor de cabeza
El primer problema ha sido que esto no lo había pedido nadie, todos nos sentimos cómodos con un ratón o un touchpad en la mano, no necesitamos esa interfaz.
Otro problema ha sido la desaparición de la posición habitual del botón “Inicio” que nos ha acompañado desde 1995 (Windows 95). Millones de mensajes en la red se quejan de este cambio que provoca que manejar tu ordenador sea más incómodo, el dolor de cabeza de cualquier diseñador de usabilidad.

Microsoft se defendía aduciendo un cambio de paradigma, pidiendo un esfuerzo por parte de sus usuarios. De alguna manera ¿la culpa era de los usuarios? Grave error de Microsoft.

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Tales han sido las protestas que no les ha quedado otra que rectificar. La primera actualización oficial del sistema conocida como Windows 8.1 ya se ha hecho famosa por recuperar el botón de inicio y ofrecer la posibilidad de usar tu sesión de una forma parecida a versiones anteriores aunque, claro, se pierden muchas nuevas funcionalidades interesantes.

Por cierto,cuidado todos aquellos que actualicéis un sistema donde conviva Windows 8 con cualquier otro sistema operativo porque corre peligro vuestro gestor de arranque.

¿Qué ha fallado? ¿Porqué proyectos de millones de dolares no atienden las necesidades de sus usuarios? ¿Es útil avanzar o innovar en una tecnología que no ha pedido el mercado?

Veremos si finalmente el diseño de sistemas esclaviza al usuario o al revés. De momento Microsoft trata de evitar declaraciones como la del conocido emprendedor y profesor del MIT Philip Greenspun que dijo que Windows 8 es «Un regalo de navidad para alguien que odias.«

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